consecuencias catastróficas del proceso evolutivo que todas las diversasfuentes de predicciones mencionadas en el curso de esta obra vienenseñalando para esta etapa, y que en el lenguaje bíblico se llama “El Finde los Tiempos”.Es conveniente recordar que todas las profecías, de distinta época uorigen, como la de la Gran Pirámide de Egipto, la del RosacruzNostradamus, las de Daniel en el Antiguo Testamento, las de losCaballeros de la Mesa Redonda, el Apocalipsis de San Juan, laspredicciones de la moderna Orden de Acuarius, y por último, la terceraprofecía de la Virgen María a los pastorcitos de Fátima, que fue retenidapor las altas autoridades eclesiásticas y guardada en reserva por elVaticano, con la promesa de comunicarla al público treinta años despuésy que habiendo vencido este plazo con exceso no ha sido, hasta ahora,dada a conocer, por los terribles vaticinios que encierra para toda lahumanidad, coinciden, en todo, con las revelaciones que hoy nos llegandesde Ganímedes, sobre la realización efectiva, en estos últimosveintinueve años del presente siglo, del apocalíptico proceso evolutivoque se está cumpliendo en la Tierra como síntesis cósmica del “Fin de losTiempos” a los que se refieren, en símbolos y complicadas alegorías, lasvisiones de San Juan en la isla de Palmos y el mensaje de
Cristo
referente al “JUICIO FINAL”.Todo el caótico panorama que nos muestra nuestro mundo en laactualidad, no es otra cosa que el conjunto fenoménico de síntomasreveladores, para los entendidos, de los días postreros de una civilizaciónque está agonizando. Y el retorno, después de muchos siglos, de lasastronaves del Reino de Munt, tiene la más íntima relación con todo aquelproceso, porque ahora, como en otros tiempos, aquella super-raza vienede nuevo, en cumplimiento de una trascendental Misión emanada delReino Central de nuestro sistema solar, a tomar parte activa en eldesenvolvimiento final de la Era que termina para la actual humanidad dela Tierra, y en la preparación del planeta para el cumplimiento de la
Promesa Crística
de establecer su
Reino
en este mundo...Vivimos, pues, el final de otro ciclo de 28.791 años, que esta vez coincidecon el más profundo de los cambios operados, hasta ahora, en lasdiferentes eras precedentes. Y la trascendencia cósmica del fenómeno estal, que en él intervendrán factores de todo orden: Astronómicos,Geológicos, Espirituales, Antropológicos y Biológicos, Psíquicos yMentales, Físicos y Químicos, Terrestres y Extraterrestres, porque estavez terminan, para siempre, una civilización, una humanidad y un mundo,