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PALABRAS DEL AUTOR
Sé que muchos pensarán que miento, y me expongo al más acerboridículo ante el concepto adocenado de aquellos que, siguiendo lacorriente del pensamiento común de las gentes "serlas", no se atreven ahablar en público de asuntos que, todavía, no han sido comprobadoscientíficamente por ese conjunto muy respetable de sabios de la Tierraque —igual a sus colegas de antaño—, sólo aceptan los fenómenosproducidos por ellos mismos en sus propios laboratorios y dentro de suspropios métodos o sistemas de investigación.Pero al escribir estas líneas, por extrañas que resulten a todos ellos, melimito a cumplir la promesa empeñada a un hombre al que me unió la másestrecha y fraterna amistad; un hombre cuya sinceridad y corrección deconducta pude apreciar desde los día.. lejanos del colegio, quien me narrólos hechos a que voy a referirme, dándome pruebas irrefutables de suveracidad, antes de abandonar este planeta para ir a vivir en otro lejanoastro de nuestro sistema solar.Ya no me Importa la risa burlona de muchos, ni la piadosa Idea dequienes piensen que he perdido la razón.Cumplo la palabra dada al hombre que fue para mí un hermano, ydeclaro, con Iodo valor ante el escarnio, que los hechos extraordinariosmotivo de esta narración no han sido fruto de una mente alucinada, niproducto de una fantasía de escritor, sino la realidad cruda y tangible,asombrosa es cierto, pero vivida conscientemente por un hombre de estoTierra que hoy se encuentra, muy lejos, en el Cosmos...
 
 
PRIMERA PARTE
 
CAPITULO ILa Visita del OVNI
Fui amigo de Pepe desde niño (permítaseme guardar respetuoso silencio
 
sobre su verdadero nombre). Crecimos juntos, y juntos pasamos,también, las etapas de la adolescencia, la juventud fogosa y alegre, y (amadurez reposada de hombres comunes y amantes de la vida hogareña,de esa vida modesta y sencilla que hacen en este mundo millones deseres de !a clase media. Ambos, igualmente, pudimos disfrutar de una educación esmerada paraasegurar una vida cómoda y respetable que, sin estar exenta de lasluchas y problemas comunes a la generalidad, nos permitió formar hogares dignos, Pepe y yo tuvimos la suerte de encontrar esposasbuenas, comprensivas, hacendosas, y aunque no llegó a tener hijos,como yo, había disfrutado de treinta años de vida conyugalverdaderamente feliz.Con laboriosidad y honradez logró reunir lo preciso para rodear a suesposa de los elementos suficientes para una vida tranquila, y en losúltimos años de su matrimonio gozaron de la comodidad de una casapropia, rodeada por amplio y hermoso jardín. Así llegó el momento en que el destino dispuso la separación de los doscónyuges: una noche» de manera intempestiva, dejó de latir el corazón desu dulce compañera, y desde ese instante cambió la vida de mi amigo por completo. Siempre había sido aficionado al estudio de lemas profundos.Conocía a fondo la Psicología, la Filosofía y la Metafísica; las más de lasveces, dedicaba largas horas a la
 
investigacn del pasado de lahumanidad y en la resolución de problemas relacionados con la Vida ycon el Cosmos. A la muerta de su esposa, después de los primeros días del fatal impacto.se había encerrado en su casa, en medio de sus recuerdos y sus libros,siendo para mi tarea tremenda el lograr sacarlo, de rato en rato, paraprocurarle alguna distracción.Transcurrieron varios meses desde el sepelio de su señora, y nuestraamistad, cada vez más estrecha y más íntima, hizo que nos viéramos ypasáramos juntos largas horas todos los días. Llegó a ser cuotidianocompañero de mesa de los míos, y mis hijos se acostumbraron a tratarlocomo "el tío Pepe", y a esperar su llegada con gran interés, porquesiempre tenia alguna historia amena y divertida que contar.  Así las cosas —hace de esto apenas dos meses— nos sorprendió norecibir su acostumbrada visita. Esperamos hasta tarde para almorzar, y
 
como no llegara, llamé repetidas veces por teléfono a su casa, sin obtener respuesta. Sabíamos que desde la muerte de su esposa, tenía sólo a suservicio un antiguo mayordomo; pero se había habituado a cerrar conllave todas las puertas de la residencia cada vez que salía, y aún en lanoche, permanecía encerrado en la casa, pues el criado tea undepartamento aparte, en el jardín, sin comunicación alguna con el restodel edificio, ni con el teléfono.Como el resto del día no lograra comunicarme con él, esa noche insistí enmis llamadas, con idéntico resultado. Nos extrañaba aquel silencio, tandesusado, y sabíamos por experiencia que no acostumbraba pernoctar fuera. Por tales razones, al no lograr comunicación a la mañana siguiente,fui en su busca.Encontré al mayordomo nervioso y profundamente extrañado.—No sé nada del señor —me dijo—. Anteanoche llegó a la hora decostumbre, cerró las puertas como siempre... y no lo he visto en todo eldía.—¿Ni a la hora del desayuno?—Tampoco; no ha abierto las puertas en ningún momento...Guardé silencio. Una sospecha cruzó por mi mente. Busqué en mi llaverolas llaves que Pepe me diera a poco de morir su esposa. En esa ocasiónme había dicho:"Tómalas para que puedas entrar cuando gustes. Si alguna vez noabriese las puertas como todos los días, hazlo tú por mi... Y si meencontraras muerto, cumple las indicaciones de un sobre lacrado que hayen el cajón central de mi escritorio".Con tales pensamientos ingresé a la casa acompañado por el criado.Todo estaba en perfecto orden. Incluso la cama no había sidodescubierta; pero el cobertor arrugado denotaba que el cuerpo de unapersona había reposado sobre ella sin destapar las ropas. Junto al sillón,el cenicero del velador estaba lleno de colillas. Se comprendía que esanoche estuvo fumando mucho. Pero ningún indicio de su paradero.Cada vez s intrigado, luego de buscar por todas partes en laesperanza de hallar algún papel, alguna nota que hubiese podido arrojar luz sobre su extraño proceder, tan fuera de su diaria conducta, llamó por teléfono a las personas con quienes hubiera posibilidad de saber algo.Nadie lo haa visto desde as anees. En cuanto al mayordomo,
 
aseguraba haber hablado con él aquella noche. sin haber notado nadaextraño en sus palabras o actitudes.Yo no saa qué pensar. Conociendo íntimamente el cacter y loshábitos de mi amigo, no podía aceptar la idea de una aventura románticao sexual, especialmente en aquellas circunstancias, pues el mayordomoaseguraba haber visto prendida la luz de su dormitorio hasta medianoche, hora en que se quedó dormido. Por otra parte, la casa dista muchode la ciudad y el único medio de comunicación con ella es por la CarreteraCentral, y la pista a Monterrico en automóvil. Y Pepe no había sacado,tampoco, su carro del garaje.Discurríamos por el jardín, tratando de encontrar soluciones a tan extrañadesaparición, cuando reparé en ciertos detalles que, al principio, nollamaran mi atención. En la parte central de aquella superficie cubierta de grass, sobre unaextensión de unos quince a veinte metros de diámetro, aparecía la yerbaquemada en un amplio círculo en cuyo centro se apreciaba, también, lashuellas de aplastamiento dejadas por algún artefacto grande ysuficientemente pesado como para imprimir sobre el suelo cuatro grandesagujeros.—¿Quien ha hecho esto?— le pregunté al mayordomo—No sé señor...—¿Desde cuándo están estos huecos acá?—No sé señor... es la primera vez que los veo.—¿Y esa yerba quemada?—Yo no la he quemado señor...—¿Y Don Pepe?—No lo creo porque hace mucho que no baja al jardín.Miré largamente al hombre en silencio. Estaba nervioso, pero hablaba confranqueza.Lo conozco de años, y siempre fue serio y honrado. Dábamos vueltas entorno de aquellas misteriosas marcas y cada vez nos resultaba más
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"Si hace, únicamente, dos siglos, a nuestros antepasados les hubiéramoshablado de la televisión, de los viajes a la luna, del control remoto demáquinas en el espacio y de los adelantos de la electrónica y de laenergía nuclear, nos habrían tomado por locos..."Y después me explilo que lograra conocer sobre esas navesespaciales prodigiosas. Me advirtió, sin embargo, que sus tripulantes noquisieron proporcionarle detalles minuciosos acerca de los mecanismos nide ciertas particularidades sobre propulsión, fuentes de energía,aplicación de fuerzas y conversión o neutralización de las mismas, y quelo obtenido era sólo fruto de sus observaciones personales, a la luz de loaprendido por él en la Tierra y de la comparación de sus conocimientoscon los nuevos fenómenos comprobados en el viaje.Ya se ha dicho que las estructuras y todas las piezas de que estánformadas esas máquinas, son de materiales completamentedesconocidos en la Tierra. Por tanto sus resistencias y reacciones a lasfuerzas y leyes de la naturaleza por nosotros conocidas, son diferentes.Parece que su fuerza impulsora es el resultado de un complejo sistemaen el que intervienen: energía termonuclear do minada y controlada enabsoluto, el desarrollo de poderosos campos magnéticos y el auxilio yaprovechamiento simultáneo de nuevas fuentes de energía cósmica ylumínica hasta ahora desconocidas por nosotros.Si un rayo de luz viaja en el espacio a 300.000 Km. por segundo, y si lasmicroscópicas partículas que forman los rayos lumínicos pueden sesusceptibles de concentrarse y de dirigirse como, por ejemplo en losLáser, ¿quién se atreverla a negar que. dentro de condiciones especiales,a través de mecanismos todavía no imaginados por nuestra humanidad, yen el amplio campo de las onda) electromagticas y de los rayoscósmicos, otra humanidad haya alcanzado a encadenar la fuerza de esaspartículas, obligándolas a proporcionar una parte de su energía cinéticaen provecho de todo el conjunto...De las observaciones efectuadas, pudo deducir que los dos cuerposconcéntricos a que se ha hecho mención: la cúpula central o cabina demandos, y la plataforma circular externa o cámara de máquinas, noobstante estar sólidamente unidos, quedaban aislados, automáticamente,por la inserción de materiales que, sin disminuir la solidez del conjunto,garantizaba la independencia y seguridad de la cabina interior,neutralizando fuerzas y posibles radiaciones. Aún cuando los tripulantespudieran cometer algún error o descuido fortuito, el sistema de control
 
electrónico del aparato los ponía, constantemente, a salvo de los riesgospropios de tan extraordinarios viajes.Tal sistema abarcaba la solución total de los problemas que para nuestrosfísicos presentan los viajes espaciales, y muchos otros aún desconocidosen la Tierra. Uno de los más serios obstáculos que tienen que vencer nuestros coterráneos es el conjunto de fenómenos derivados de la ley degravedad. Los astronautas de Ganímedes se ríen de esto: ellos hanresuelto, hace mucho tiempo, todos los problemas relacionados con loque nosotros llamamos "gravedad" según la definición de Newton. Susmáquinas pueden neutralizar, a voluntad, toda forma de atracción demasas, liberándose así, cuando conviene, de la influencia en tal sentidode cualquier cuerpo celeste o astro.Esto les permite realizar las maniobras que han desconcertado a muchostécnicos que, alguna vez, llegaron a ver un OVNI. Explica el por quépueden elevarse con toda suavidad y lentitud y alejarse del suelo acualquier tipo de velocidad. Sabemos que nuestras naves espacialesdeben iniciar su vuelo con determinada velocidad, según su tamaño ypeso, para lograr la fuerza de "arranque" o sea la velocidad inicial que,contrarrestando a la fuerza de gravedad, permita a la máquina alejarse dela Tierra, sin la cual no podría continuar su trayectoria y caería de nuevoal suelo.En cambio, los Ovnis suben y bajan con toda suavidad, pueden detenerseen el espacio a cualquier altura y permanecer inmóviles todo el tiempoque sus tripulantes deseen, y realizar toda clase de virajes en ángulosinveromiles para nuestros aviadores, sin que la quina o susocupantes sufran en lo más mínimo. Poderosos campos magnéticos y lacombinación de fuerzas a que ya se ha aludido más arriba, logran esto,aparte de la calidad especial de los materiales mencionados. En cuanto al organismo y funciones biológicas de sus tripulantes, sucedelo mismo: en los momentos críticos de ciertas maniobras, como ascensosy descensos, o en los cambios bruscos de velocidad o virajes violentos,toda la estructura y muy particularmente la cabina central son rodeadaspor una fuerza cuya magnitud está en relación directa con las fuerzasnaturales que ha de vencer, manteniendo así a la nave dentro de lo quepodíamos llamar un "campo gravitacional propio".En esta forma quedan anuladas todas las reacciones por gravedad oinercia, y han vencido todos los efectos desagradables y peligrosos
 
provenientes de los cambios de presión, desgravación o pérdida de pesoen el espacio exterior, y los consiguientes efectos fisiológicos y psíquicospara sus ocupantes.Otro problema, que hasta ahora resulta una valla insalvable para nuestrossabios: el recalentamiento por la fricción de los cuerpos, que puede tener resultados terroríficos al atravesar las zonas de atmósfera, de la Tierra ode otros astros, ha sido, también, re. suelto por ellos.Un sistema automático protector absorbe la energía térmica a medida queésta se va generando en toda la cubierta exterior de la astronave,transformándola en refrigeración controlada y en fuerza propulsora; de talsuerte la capacidad del vuelo permite alcanzar velocidades muysuperiores, dentro de la atmósfera, a todo lo calculado por nuestroscientíficos, aún cuando, en verdad, dentro de esas zonas no se lleguenunca a los límites asombrosos que más arriba se ha indicado.Recordemos que, en la primera parte, nuestro amigo explicó cómo hablanotado un apreciable cambio de velocidad entre el tiempo quepermaneció ran en la atmósfera terrestre y cuando alcanzaron el espaciointerestelar.Otra de las características especiales observadas por él fue la referente alsistema de detección a distancia. Nosotros hemos desarrollado el radar Lo que ellos poseen al respecto reúne las condiciones de servicio,combinadas, del radar, la televisión y la telemetría telescópica. Unaexperiencia interesante fue presenciada por Pepe cuando atravesaban lazona conocida como
Cinturón de Asteroides
, ya mencionadaanteriormente. En la respectiva pantalla de la cabina de mandos aparecióde pronto la imagen de un meteorito que se aproximaba velozmente en lamisma trayectoria seguida por la nave.Por las ventanas del aparato no se distinguía nada. Los tripulantes lellamaron la atención y le dijeron, telepáticamente, que iban a eliminar eseobstáculo. Nuestro amigo seguía sin ver nada a través del ventanal. En lapantalla de control el asteroide continuaba acercándose y era visible entodos sus detalles. Uno de los astronautas reguló una llavecita y oprimióun botón. En la pantalla se vio estallar, en formidable explosión, almeteoro y, al mismo tiempo, nuestro amigo pudo ver por las ventanas, enla misma dirección en que viajaban pero a una distancia enorme, undestello fugaz que desapareció...
 
 Al mirar de nuevo, inquisitivamente a sus acompañantes, la respuesta fue:"Rayos cósmicos... y de Luz...".
 
CAPITULO VILas Bases en el Espacio
Se ha dicho, en la primera parte, que en ambos viajes —a la ida y a lavuelta de Ganímedes— hablan hecho escala en una base espacial. Laprimitiva posición de esa base, a juzgar por los datos obtenidos por miamigo, se encontraba a poco más de diez millones de kilómetros de laTierra; pero en la segunda visita, los cálculos por él efectuados, a partir del tiempo que emplearon en el regreso, arrojaban casi el doble deaquella distancia.Esto, y las observaciones más cuidadosas que pudo efectuar en esanueva oportunidad, lo convencieron de que la mencionada base nomantenía una posición fija, sino que variaba de lugar.  Ampliando sus observaciones con los datos que pudo obtener de losmismos tripulantes de las astronaves, había llegado a la conclusión deque aquel artefacto espacial no sólo cambiaba de posición, sino que, paraello poseía los medios necesarios, la fuerza y las fuentes de energíasuficientes para mantenerse en el espacio indefinidamente, cambiando delugar a voluntad de sus ocupantes, dentro de un plan establecido ycoordinado con el funcionamiento de otras bases similares, repartidas endiferentes puntos de nuestro sistema planetario.No se le dijo cuántas eran esas bases; pero no le negaron su existencia. Aún más. le informaron que obedecían a un sistema y que integraban unaorganización de servicio permanentes, que permitía a los habitantes de"Su Reino" conocer y mantener informacn constante acerca deldesenvolvimiento evolutivo de toda la familia de astros integrantes de loque nosotros llamamos nuestro sistema solar.También se le manifestó que todo el conjunto formado por esas bases,aparte de facilitarles su comunicación con los diferentes mundos que lointegran. eran estaciones de control, de regulación y de abastecimiento,que permitían almacenar transitoriamente determinadas substancias,
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similares ante la repetición de situaciones fenonicas tambnsemejantes, y todo ello enmarcado por un proceso cíclico de evolucióngeneral del planeta. A esto se refiere aquella cifra misteriosa que hemos mencionado variasveces en los capítulos anteriores: el guarismo 28.791 ¿Qué significa estenúmero?Es la suma de os en que se desarrolla uno de aquellos ciclosevolutivos, conocidos en las escuelas esoricas como “RevoluciónCósmica”, o sea el período de tiempo durante el cual tienen lugar unaserie de fenómenos encaminados a favorecer el progresivodesenvolvimiento del planeta y de sus habitantes, desde las formasinferiores hasta las superiores, como vimos en capítulos anteriores.Tal proceso tiene lugar dentro de ciclos en los cuales se manifiestandeterminadas características, circunscritas por el desarrollo de fuerzas dela Naturaleza que van gestando paulatinamente los diversos cambios, yque son normadas por leyes fijas que obedecen a impulsos y energíasprovenientes de los planos superiores, o dimensiones como viéramos alocuparnos de la “Cuarta Dimensión”, por lo que generalmente, presentancaracterísticas semejantes, en la manifestación de sus efectos, ante laconcurrencia de factores, también semejantes, y en plazos iguales enduración, por la concordancia de influencias astrales poderosas quetienen su máxima expresión dentro de ciertos límites de tiempo, fijos, por obedecer a la sincnica marcha de los astros que forman nuestrosistema solar y sus relaciones con otros sistemas vecinos en la galaxia ala que pertenecemos, o sea la Vía Láctea.Es por eso que cada 28.791 años, se presentan condiciones similares,cambios profundos en la vida y poblacn del globo, femenosgeológicos y transformaciones trascendentales, que influyen poderosa ydrásticamente en toda la topografía de la Tierra, y por ende en la marchaprogresiva de sus pobladores, con la consiguiente marca inevitable sobreel desarrollo de las civilizaciones o formas de vida inteligente que hayanalcanzado a producir.El final del ciclo anterior tuvo lugar en la época en que desapareció bajolas aguas del Pacíficola Lemuria, fenómeno mencionado anteriormente alocuparnos de las razas. Y en esa ocasión, también, se manifestó lapresencia en el cielo de un astro gigantesco a cuya tremenda influenciase debió, entre otros efectos, ía desaparición de la segunda luna terrestre,
 
la modificación del eje de rotación de nuestro planeta y todos los cambiosgeológicos, climáticos y geográficos de que nos hemos ocupado en esecapítulo. Ahora, igualmente, para el final de este siglo tendremos la visita delplaneta frío al que se refiere la Biblia en el Apocalipsis con el nombre de
 Ajenjo
, planeta gigantesco de otro sistema estelar al que nos hemosreferido anteriormente con el nombre deHercólubus, perteneciente alsistema planetario desconocido por muchos de nuestros astrónomos,pero que en Ganímedes conocen como el de la
estrella Tila
, cuyasdescomunales dimensiones pueden imaginarse al saber que Hercólubus,uno de sus planetas, es tres veces más grande que el planeta Júpiter, elgigante de nuestro sistema solar, y que su órbita en torno a su estrellaprimaria, Tila demora casi catorce mil años de los nuestros.Si tenemos en cuenta que este lapso representa, aproximadamente, lamitad del tiempo señalado por aquella cifra de 28.791 años, y que el grancataclismo representado por la destrucción de la Atlántida, mencionadoen la tercera parte de este libro, tuvo lugar, más o menos, en una épocacercana a la mitad de aquel ciclo, no es aventurado pensar que larepetición del fenómeno sideral correspondiente al paso periódico de tangigantesco astro cerca de nuestro sistema planetario, haya tenido unadirecta y poderosa influencia en la realización de la susodicha catástrofe.Es fácil suponer los efectos de la nueva visita de Hercólubus, que estavez pasaa una distancia aproximada de un millón y medio dekilómetros de la Tierra, ha de ocasionar a nuestro planeta. La formidableinduccn electromagtica del gigantesco astro invertirá los polosmagnéticos terrestres y volverá a cambiar el eje de rotación, con lo quelos polos geográficos tornarán a mudarse de posición.Esto producirá una serie de cataclismos descomunales: hundimiento yelevación de continentes enteros, como ya pasó con la Lemuria y con la Atlántida, transformación completa de mares, cursos de agua y cordillerasen todo el mundo, desaparición de extensas zonas continentales quequedarán sumergidas, y afloramiento de otras porciones, hoy submarinas,que emergerán para formar nuevas islas y continentes distintos a losactuales... ¡Una verdadera revolución cósmica de la corteza terrestre...!Pero todo eso vendrá a ser el final de los tremendos cambios que sufrirála Tierra, como crisis postrera del ciclo a que nos estamos refiriendo. Antes, nuestra actual humanidad habrá presenciado y sufrido las
 
consecuencias catastróficas del proceso evolutivo que todas las diversasfuentes de predicciones mencionadas en el curso de esta obra vienenseñalando para esta etapa, y que en el lenguaje bíblico se llama “El Finde los Tiempos”.Es conveniente recordar que todas las profecías, de distinta época uorigen, como la de la Gran Pirámide de Egipto, la del RosacruzNostradamus, las de Daniel en el Antiguo Testamento, las de losCaballeros de la Mesa Redonda, el Apocalipsis de San Juan, laspredicciones de la moderna Orden de Acuarius, y por último, la terceraprofecía de la Virgen María a los pastorcitos de Fátima, que fue retenidapor las altas autoridades eclesiásticas y guardada en reserva por elVaticano, con la promesa de comunicarla al público treinta años despuésy que habiendo vencido este plazo con exceso no ha sido, hasta ahora,dada a conocer, por los terribles vaticinios que encierra para toda lahumanidad, coinciden, en todo, con las revelaciones que hoy nos llegandesde Gamedes, sobre la realizacn efectiva, en estos últimosveintinueve años del presente siglo, del apocalíptico proceso evolutivoque se está cumpliendo en la Tierra como síntesis cósmica del “Fin de losTiempos” a los que se refieren, en símbolos y complicadas alegorías, lasvisiones de San Juan en la isla de Palmos y el mensaje de
Cristo
referente al “JUICIO FINAL”.Todo el ctico panorama que nos muestra nuestro mundo en laactualidad, no es otra cosa que el conjunto fenoménico de síntomasreveladores, para los entendidos, de los días postreros de una civilizaciónque está agonizando. Y el retorno, después de muchos siglos, de lasastronaves del Reino de Munt, tiene la más íntima relación con todo aquelproceso, porque ahora, como en otros tiempos, aquella super-raza vienede nuevo, en cumplimiento de una trascendental Misión emanada delReino Central de nuestro sistema solar, a tomar parte activa en eldesenvolvimiento final de la Era que termina para la actual humanidad dela Tierra, y en la preparación del planeta para el cumplimiento de la
Promesa Crística
de establecer su
Reino
en este mundo...Vivimos, pues, el final de otro ciclo de 28.791 años, que esta vez coincidecon el más profundo de los cambios operados, hasta ahora, en lasdiferentes eras precedentes. Y la trascendencia cósmica del fenómeno estal, que en él intervendrán factores de todo orden: Astronómicos,Geológicos, Espirituales, Antropológicos y Biológicos, Psíquicos yMentales, Físicos y Químicos, Terrestres y Extraterrestres, porque estavez terminan, para siempre, una civilización, una humanidad y un mundo,
 
que van a ser reemplazados por otra humanidad y otra civilización, en unmundo regenerado y nuevo, capaz de recibir Aquel Reino que
Cristo
prometiera... 
 
CAPITULO XVIIIEl Juicio Final
Para poder llegar a una cabal comprensión de lo que se explica en estecapítulo, es preciso haber estudiado detenidamente el contenido íntegrode todos los capítulos precedentes, pues si alguien pretendiera leerlo por anticipado se encontraa con serias dificultades para interpretar,correctamente, una gran mayoría de los aspectos esotéricos sustancialesdel proceso cósmico al que se refiere, sintéticamente, la Biblia al hablar del
Juicio Final 
.Y como en todo ese proceso van a jugar un papel de trascendentalimportancia los superhombres del Reino de Munt, quien leyera esta partedel libro sin haber conocido cuanto se explica en las partes anteriores, seencontraría sin base ni razones para comprender cuanto vamos a detallar ahora con relación al “Final de los Tiempos” que empieza a desarrollarseen los días que estamos viviendo... SUS CAUSASEn primer lugar, debemos recordar, en toda su magnitud, la esencia purade la misión crística. El Sublime Espíritu de
Cristo
descendió a la Tierrapara sentar las bases en que habría de sustentarse una nuevacivilización, la transformación total de un mundo y de una humanidad. Sudoctrina de amor y confraternidad estaba llamada a reemplazar todos losconceptos, todas las ideas fundamentales sobre las que cimentaba elmundo antiguo sus instituciones, fueran éstas de orden político, social,económico o religioso.La humanidad de este planeta había conocido el desarrollo de vanasrazas; había vivido en diferentes formas de organización, y desarrollado
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Joaquel estaba vestido con una suerte de túnica dorada y un cascomedianamente alargado sobre la cabeza. Me recordó la apariencia de Alcir en los contactos físicos en Paititi. Joaquel es un ser de rasgosorientales, tipo mongol, de cierta ancianidad pero sin llevar barba. No esde contextura robusta. Es delgado y de baja estatura. Ojos pequeños perodulces y penetrantes. Me observaba fijamente, como si hubiese estadoesperando de hace mucho este encuentro.Xendor es un hombre de cuerpo atlético y alto. Estimo algo más de 1.80m. Moreno, y de ojos claros, aunque no puedo precisar el color. Nomostraba cabello, y todo él se hallaba vestido con un traje pegado alcuerpo de un color celeste. Al igual que Joaquel, se mostraba sonriente y complacido de hallarme allí.Amor y Luz inició el diálogo Joaquel.Amor y Luz... respondí con cierta timidez.—Que no te llame la atención estar aquí. Tu testimonio será importante,generará una activación del recuerdo dormido en aquellos comprometidoscon el programa de contacto. Ya lo iniciaron con vuestro trabajo en Paititi.—¿Por qué Paititi es tan importante para ustedes? —consulté— ¿Cuál esla trascendencia de todo lo que hicimos en agosto del 2000 (expedicionessimultáneas a Paititi, la Sierra del Roncador en Brasil y la Cueva de losTayos en Ecuador)?—Bien lo sabes... —habló despacio, mientras Xendor parecía disfrutar delmomento—
Paititi es el Retiro Interior más importante de Sudamérica
—aseveróJoaquel—, pues está activo, y custodiando una de las herramientas mástrascendentales de ascenso interdimensional para el planeta.El Disco Solar... intervine.—Es el Disco Cósmico que fuese elaborado premeditadamente para estetiempo, cuando la Confederación decidió establecer la
Hermandad de laEstrella
en la Tierra. Por ello irán en su momento al desierto de Gobi, parahallar el último eslabón que los une con el Plan Cósmico y las Fuerzas dela Luz.
 
—No obstante —se expresaba con calma—, el Discoque protege la
Hermandad Blanca del Paititi 
no es elúnico. Existen otros 12 discos repartidos en elplaneta, custodiados por los guardianes en susRetiros Interiores. Todos ellos están interconectados.Cuando el Disco Solar de Paititi sea activado, lograráuna reacción en cadena con los otros Discos, formando una red deenergía que permitirá al planeta Tierra dar un verdadero salto cósmico, yreconectarse con el Real Tiempo del Universo.¿Cuándo ocurrirá ello? pregunté.—Cuando estén listos. Y aquel momento deberá coincidir con un eventocósmico:
La sincronía entre el Sol de este Sistema y el Sol Central de laGalaxia
.Joaquel hacía referencia a la energía del
Hunab Ku
o “Centro Galáctico”,tal como reza la profecía maya para el año2012, y que ha podido ser constatada por la
NASA
debido a las recientes e inquietantesanomalías en el Sol.Hoy por hoy no es un secreto que una extraña radiación de antimateriaestá llegando desde el mismísimo centro de la Vía Láctea a nuestroSistema Solar…—¿Qué ocurrirá con las esferas de energía que recibimos en Paititi?¿Cómo activarlas? Consulté.Al estar interconectadas, la activación de una de ellas puedecomprometer a las otras. El despertar será progresivo, en la medida quevayan también activando lugares y comprendiendo. Además de poseer información, que en un futuro podrán armar y entender para compartirla, aquellas esferas de energía les permitirán reunir loscódigos de acceso a verdades más profundas, protegidas y reservadas enlos lugares más sagrados de la Tierra.¿Tendremos que ir físicamente a todos esos lugares?—Llegarás a los lugares más insospechados de tu mundo, Nordac —intervino Xendor—. Recién empiezan el verdadero trabajo… La puertaque cruzaron en agosto del 2000 con la Triangulacn sugerida ponosotros, es de gran importancia para la misión de contacto. Pero a partir de ahora enfrentarán encargos más grandes.¡Más grandes! Exclamé sorprendido.
 
—Existen mecanismos muy profundos que van s alde nuestraexistencia —intervino Joaquel—, y ustedes los pusieron en marcha envuestra última incursn al Paititi, donde debieron demostrarse a mismos hasta adónde estaban dispuestos a llegar. Con aquel acto deamor supremo, dieron un gran paso representando a todos. Y el procesocontinúa. Aún hay mucho por hacer.—¿Adónde conduce aquella puerta que cruzamos? —Consulté, vibrandocomo si fuese una campana, como intuyendo algo gigante—A una revelación que los conecta con
Jesús
... 
Parte 3ISHTACAR - Guardian y Vigilante de Mundos
—Como observas —proseguía Joaquel—, no sólo están cruzando puertasque ya fueron abiertas a lo largo del proceso de contacto. Esnafrontando nuevas responsabilidades y compromisos. Nuevasexperiencias. Todo estaba destinado para este tiempo, en que trabajaríandirectamente con el Gobierno Interno Positivo del planeta.—La dinámica de nuestro despliegue es muy grande —apuntó Xendor—.Compromete diversos aspectos. Por esta razón estás aquí, para que lopuedas palpar y sentir por ti mismo, y luego lo transmitas a los grupos queestán trabajando en el mundo.En ese instante, por la puerta en forma de arco ingresó un ser al salón.Era un gigante. Pienso que más alto que el propio Antarel. Su aspecto eranórdico. Corpulento. Vestido con un mono metálico, plateado, pegado alcuerpo. Su cabello era muy blanco. Y me sorprendió observar que sedesplazaba con los ojos cerrados. Al verle, sentí que todo mi cuerpo seestremecía. Pensé que no lo iba a soportar.La sensación de estar frente a este personaje fue inenarrable.—Él es Ishtacar —se apresuró en explicarme Joaquel, mientras tratabade controlar mis emociones ante el gigante que se haa paradoexactamente frente a mí—. Ishtacar es un Guardián y Vigilante. Es quiencoordina la cuarentena de protección que la Confederación dispuso en laTierra para protegerla de intromisiones de visitantes extraterrestres conpropósitos hostiles.
 
Joaquel traía a mi mente todo lo que anteriormente senos había dicho. Dentro del orden de acción quereúne a las civilizaciones extraterrestres que noscontactan se hallan diversas jerarquías. Entre ellas seencuentra un grupo de seres que tienen la tarea de
 proteger 
y
velar 
por mundos que se hallan en proceso de crecimiento yaprendizaje (como el caso de la Tierra).Estos seres, conocidos como “Guardianes y Vigilantes” pueden bloquear el acceso a otras civilizaciones estelares si su intromisión podría suponer un riesgo para las criaturas vivientes de un planeta “protegido”.Incluso se han registrado diversos enfrentamientos cuando se hapretendido ingresar “por la fuerza” a la Tierra. De esto hay antecedentesdesde épocas remotas al recientecaso Roswell, donde una nave deexperimentación no autorizada fue “interceptada y abatida” por aquellosmisteriosos guardianes cósmicos.De acuerdo a estas informaciones, desde que el hombre empleó armasde destrucción masiva en la Segunda Guerra Mundial, la “Confederación”consideró conveniente establecer una suerte de cuarentena de proteccióna la Tierra, pues debido a nuestro desarrollo bélico podríamos “atraer” acivilizaciones extraterrestres de similar frecuencia vibratoria.Era una amenaza que debía ser controlada de alguna forma.—Dios...—me decía mientras no quitaba la mirada de aquel hombreextraterrestre, de unos 40 años de edad en apariencia, quien no seinmutaba, casi como si fuese un maniquí.—Tu planeta es muy especial —intervino el Vigilante, mentalmente, aligual que los Guías, pero la tonalidad de su voz era muy distinta, eracomo si fuesen en verdad muchas voces a la vez—. Ello está atrayendo adiversas civilizaciones, que intentan tomar de tu mundo todo cuantopuedan conseguir.¿De dónde es usted? Me dirigí con timidez.—Ello no es importante, sino lo que voy a decirte... —respondió firme—.Como saben, hace mucho tiempo —explicaba el Vigilante—,la Confederacióndispuso la orientación del proceso terrestre a dos
 
civilizaciones. Estas se encontraban en los grupos de estrellas queconocen como Pléyades y Orión.Los seres delas Pléyadesconstituyen una avanzada cultura, dedicada alos estudios científicos, la compresión del tiempo y el espacio.Orión, por su parte, es una civilización con tendencia bélica, situación quefue el caldo de cultivo para que el conflicto cósmico del cual se les harevelado se precipitase desde allí. Afortunadamente la Confederación reaccionó a tiempo y logró reducir latensión, deportando a los disidentes a la Tierra. Y otro grupo, venciendosu pasado guerrero, halló su destino como guía y farol de la humanidad altrasladarse a laslunas de Júpiter , donde también se desplazó el consejoregente de la Galaxia, que antiguamente funcionaba en Orn.Ishtacar hablaba de lascolonias de Ganímedes, entre otras lunas deJúpiter, en donde se estableció una base importante de los colonos deOrión que llegaron a nuestro Sistema Solar hace más de 25,000 años.—Después de todo ello —Ishtacar prosiguió con el relato, como siquisiese que redescubriera “algo” en el mismo— se designó una lacivilización de lo que ustedes llamanSiriopara que observe y asista a laTierra. Los seres de Sirio estaban calificados para emprender proyectosde inserción de conocimiento en el planeta, contribuyendo de maneraimportante en el desarrollo de antiguas civilizaciones. Funcionaron comoinstructores.Los Oriones disidentes que se quedaron atrapados en la Tierra, en otro
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